Hace poco tiempo conocí a este personaje, un escritor, poeta repentista, hablador y soñador como pocos. Unos años atrás había leído una novela suya que casi me ahoga mientras pasaban las palabras delante de mis ojos. Enildo Nieblas, el protagonista de Prisionero del Agua, sufría una crisis de asma en medio del mar, y yo me desesperaba por terminar cada página, porque sentía como él, que me faltaba el aire.
Y es que Alexis Díaz-Pimienta transforma la oralidad en escritura. Entonces cuando lees su obra sientes al autor susurrándote al oído, como si fuera real cada escena descrita en el papel.
Es casi imposible determinar la dimensión real de su obra. Por sus más de 40 libros publicados en diferentes países y en distintos idiomas, no sabría ponderar su labor como escritor por encima del poeta repentista que también es. Simplemente lo catalogo como un incansable creador de historias, en prosa, en versos, o en las formas más diversas que hoy la tecnología permite contar.
Durante la XXVII Feria Internacional del Libro en La Habana, Alexis presentó cinco títulos, dos infantiles y tres de poesía para adultos. Los más pequeños disfrutaron una vez más de Chamaquili, el personaje que ya cumplió 10 años y que los celebró con la presentación de El Gran Libro Chamaquili.
De igual forma, Blancanieves llegó por primera vez para acompañar a los ya publicados Cuentos Clásico en Versos. Y otra vez el escritor repitió en estos dos libros, la labor editorial con el grande de la ilustración, Jorge Oliver, el padre gráfico de Chamaquili.
Tres poemarios fueron presentados en la fiesta de la literatura, Pasajero de Tránsito, Cuarto de Mala Música y Diario Erótico de Robinson Crusoe.
Pasajero de Tránsito tiene la singularidad de ser un libro de viaje escrito en versos. Los poemas fueron escritos durante los viajes de Alexis, sobre las despedidas en los aeropuertos, las lágrimas de cada adiós, las risas de cada llegada, las plazas de cada ciudad, los personajes que se repiten en distintas partes del mundo, los colores otoñales y las alegrías de primavera.
Ese libro tiene más de 20 años, pero esta reedición se incrementó con casi el doble de los poemas, y es que cuando salió por primera vez su autor lo aclaró a la prensa: “Es un libro inconcluso”. Y tiene que serlo, porque mientras Alexis siga viajando, mientras existan aviones en el cielo y niños mirando al horizonte, seguirán existiendo poemas de tránsito escritos por un pasajero poeta.
Cuarto de Mala Música es un volumen dedicado a la muerte de ese otro grande de la improvisación poética que fue Jesús Díaz Martínez, el padre de Alexis. Es un libro de poemas tristes pero con una elegancia exhaustiva en la escritura. Líneas ilustradas desde el dolor, que desgarrarán el alma de los lectores pero que harán reflexionar sobre la lejanía, sobre las ausencias que jamás podrán ser superadas. Textos como Ángulo cero, Versos al padre 1993-1994, Fábula triste de la alegre Habana o Saxo, sin dudas, son de los más lastimeros.
Alexis escribe como habla, con erotismo. Degusta cada palabra, la ve primero en su mente y después la lleva al papel o la refleja en la oralidad. Para él es muy sencillo escribir poesía erótica, cargada de buena Pimienta pero que jamás será vulgar.
La mejor manera de comprobarlo es leyendo Diario Erótico de Robinson Crusoe.
Ese poemario tiene historia, es la puesta de largo, el texto definitivo de un ensayo que ya el autor había publicado en Las Tunas en el año 1994, cuando ganó un Premio Cucalambé con una obra que se llama Robinson Crusoe vuelve a salvarse, con décimas eróticas, coescritas con David Mitrani. Ese texto abrió el sendero sobre un nuevo estilo de hacer décimas en Cuba, con aventuras tipográficas, sin mayúsculas, sin signos de puntuación.
Diario Erótico… presenta décimas para adultos muy maduros, mayores de 25 años, como dice el poeta. “Un libro para leer con una mano o en pareja, porque tiene una alta carga erótica. Lo más difícil fue conservar el nivel poético y no caer en lo sicalíptico, en esa literatura erótica que tan de moda se puso en los años 90, que era filopornográfica”, aclaró su autor.
La diversidad en la obra de Alexis Díaz-Pimienta es evidente, el escritor no se encasilla en géneros literarios, más bien desarrolla, como él definiera, una “literatura independiente”.
“Yo he sido y sigo siendo un electrón suelto dentro del mundillo literario tanto cubano como español. No pertenezco a grupos de ningún tipo, ni siquiera a tendencias. Esto me ha dado unos altos grados de independencia creativa, estilística, temática. No escribo guiado por las modas ni por exigencia del “guion del mercado”. La mayoría de mis libros han visto la luz gracias a premios internacionales que llevaban como parte de la distinción la publicación. Y en los últimos años, para acentuar más mi independencia, para tener una libertad total (del mercado, de los grupos, de todo) he creado mi propio sello editorial”, dijo durante la presentación, en la sala José Lezama Lima de la Fortaleza de La Cabaña.
Scripta Manent Ediciones fue la encargada de producir los libros de Alexis presentados durante la Feria del Libro, con excepción de Chamaquili, perteneciente a la cubana Casa Editora Abril.
Para presentar esos títulos, el joven poeta y crítico literario, Roly Ávalos Díaz regaló un texto escrito con pura poesía, en el que reflejaba claramente la idiosincrasia del poeta citadino, del padre de Chamaquili, del decimista perfecto, del más rápido improvisador de la seguidilla.
Posiblemente Roly sea su lector más fiel, el que más poemas recuerda, incluso, más que el propio Alexis. Sabe bien en que edición se publicó cada uno, conoce la historia que hay detrás de cada verso y la cuenta, sí, la cuenta a sus amigos para que sepan el porqué de esa maravillosa poesía, qué atrevida mujer inspiró cada palabra o qué dolor profundo fue el causante de tamaña lírica.
“Me gusta leer todo lo que lleve su firma a través de la palabra escrita, incluso sus estados de Facebook, provoca una caleidoscópica curiosidad y un sinfín de escalonadas emociones fuertes. Es uno de esos raros escritores a los que todavía les gusta escribir, textos con música, escritos en pentagrama y con olor a pintura contemporánea hecha por un hombre del renacimiento. Inyectan sacudidas. Conmueven. Desgarran. Poetiza y poematiza cada segundo de su devenir, vive en octosílabo y lo documenta como un ciudadano del mundo, un mirón exhautivo, un narrador omnisciente, un goloso verbal” fueron las palabras de Roly Ávalos.
En la presentación, el Ministro de Cultura, Abel Prieto, dijo que “Alexis ha sido una fiesta para la cultura cubana. Hay pocos escritores tan versátiles como él. Es un artista con su seguidilla, una proeza verdaderamente excepcional. Además están sus novelas, los relatos, la poesía, su obra infantil. Su creatividad es un verdadero milagro. Y cuando supimos de su proyecto editorial quisimos que se uniera a la Feria del Libro. Tenemos previsto repetirlo todos los años”.
Scripta Manent Ediciones radica en España y surgió, a decir del propio Alexis, por una necesidad orgánica, para romper el monopolio en el que se han convertido sus libros en manos de otros editores. “El submundo de la industria del libro te desposee de tu obra. Muchas veces no se edita como quieres, tampoco la distribución se hace como esperas, por eso es que ahora, además de autor, soy editor, por cierto, una profesión que me encanta, cada vez más. Se disfruta el libro de otra manera cuando eres también quien se encarga de las hechuras (como diría un guajiro) del “valor objetual del libro” como se dice ahora en el argot del gremio”.
La mayoría de los libros de Díaz-Pimienta se han publicado por los premios literarios obtenidos, pero el autor quería más, soltar amarras y poder publicar más, verificar su distribución y dar oportunidad a otros escritores de ser leídos a través de Scripta Manent Ediciones.
“El sello va a publicar libros de otros autores, queremos convertirnos en una plataforma de distribución para la literatura que se hace en la isla, una literatura cercada por los mecanismos de la industria editorial”, fueron los deseos expresados por Alexis.
“El peligro de ser editor es que puedes arruinarte publicando mucho y vendiendo poco. Pero es un riesgo poético, casi épico, y aquí yo juego con ventaja: ya estoy arruinado, nací arruinado, y vivo (sobrevivo) entre mis propias ruinas; pero esto me da un grado de felicidad muy loco. Además, mi sello es pequeñísimo, y nuestras ambiciones son pequeñísimas también: tener la libertad de publicar, editar bien, con mucho mimo al libro y a los autores del catálogo. Por eso he comenzado conmigo mismo: para mimarme un poco, que lo necesito y para exigirme poco hasta que aprenda bien el oficio. Hasta ahora el Alexis autor y el Alexis editor no han tenido ningún conflicto grave, algo que se agradece de antemano. Y ahora que ya veo mis libros editados como me gusta, comenzaré a mimar a otros autores. Poco a poco”, confesó el poeta.
Leer a Alexis Díaz-Pimienta ha sido una experiencia agradable. Descubrir poemas que de la primera lectura te humedezcan los ojos es un dolor alegre. Saber que existen escritores que pueden reproducir experiencias en octosílabos, en métrica clásica o libre es una bendición. Ojalá que Scripta Manent Ediciones pueda acompañar las publicaciones que llegan a cada Feria del Libro y que nunca se acabe la Pimienta.
Muchísimas gracias, otra vez. Gran trabajo, abarcadora entrevista. Qué felicidad poder estar en estas páginas. Espero que este sea solo el comienzo de mi relación con Aurelia. Felicidades por todo cuanto hacen.