Entre los esclavos traídos a Cuba bajo el injusto sistema de la trata, figuraron los carabalíes, quienes introdujeron a la Isla el culto abakuá, una agrupación religioso-mutualista, masculina, inicialmente solo de negros, luego abierta a mestizos, chinos y blancos. Se recontextualizan las prácticas culturales en espacios donde conviven con otros cultos y confesiones, y se generan dinámicas comunicativas transversales –económicas, estéticas, morales, espirituales. Se erige como única fraternidad de su tipo en la variante africana en América. Alrededor de la Sociedad Abakuá se entreteje una complejidad espacial-temporal, evolutiva y de adaptación, cuya raíz descansa en el pasado originario, pero con elementos simbólicos que son funcionales y no suplen otras religiones ni otras formas de organización.